Decir “no” entraña dificultad en muchas ocasiones, es preferible y es más fácil decir “si” y seguir la corriente y lo aparentemente natural a expresarse con una negación. Sin embargo, el NO da poder y nos permite en multitud de ocasiones ser libres y expresar lo mejor de nosotros. ¿Te atreves a aprender a decir NO?
Aquí te propongo una serie de consejos para saber decir NO.
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Hay veces que hay que decir que NO porque es la única forma de seguir hasta el objetivo que te has marcado. Un sí provocaría distracciones ineficaces.
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No estamos obligados a decir SI porque es lo que la otra parte quiere escuchar. En muchas ocasiones un SÍ indica solamente que buscamos la aprobación de los demás.
- Cuando no puedas con todo y te encargan algo a lo que no vas a poder hacer frente tu NO está mas que justificado. Marca tus límites.
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El NO hay que decirlo firmemente, sin grosería, sin agresividad. Tu NO debe ser muy claro.
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Una vez dicho un NO, has establecido que otra opción del tipo “…es que…” es imposible. Cuando ponemos los “es que…” manifestamos inseguridad.
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Entrénate diciendo no. Así de fácil, así de sencillo: hazlo frente a un espejo, háblate y mírate diciéndote NO. Entrena tu NO hablándote sobre situaciones cotidianas a las que dirías NO.
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El dueño de tus decisiones eres tú. Decir NO sin miedo es acercarte a ti mismo es ganarte respeto.
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Cuando digas NO tu lenguaje debe acompañar a la voz, hay que hacerlo con firmeza.
- Un NO puede llevar una ligera justificación, solamente una ligera justificación. Nada de disculpas.
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Si tu decisión es decir NO, las réplicas carecen de sentido. Tu prioridad es lo primero.
¿Has tenido dificultad para decir “no” en alguna ocasión?
¿A qué crees que se ha debido?
¿Has probado a entrenarte frente a un espejo o hablando en alto, diciendo NO?