Facilitar reuniones con «juegos»

La utilización de juegos de construcción, para dinamizar o para provocar reacciones y reflexiones en una reunión, facilita mucho el proceso en equipos de trabajo. Jugar a hacer construcciones con “ladrillos de plástico”, bloques de madera o barras de imanes, puede resultar divertido en la actuación del momento y tremendamente poderoso en la consecución de resultados.

Una de las acciones que más me han solicitado últimamente, ha sido la de facilitar (*) reuniones para provocar reflexiones de trabajo en equipo. Confieso que estas actuaciones me gustan mucho, pues me permiten ser un observador de un proceso entre personas y esto es siempre apasionante.

Para estas actuaciones, en las que mi papel es de facilitador, utilizo con mucha frecuencia elementos físicos, pues me sirven de gran apoyo en cada sesión. ¿Por qué? Porque en muchas ocasiones, es más fácil “hablar con las manos” y luego traducirlo a palabras, que hacerlo directamente con las palabras. Literalmente, proyectamos nuestras ideas a través de las manos que a su vez, producen una construcción.

El uso de piezas de construcciones (tipo Lego o cualquier otra de las diferentes que hay en el mercado, como pueden ser piezas de madera, imanes…) es una metodología que se basa en una concepción lúdica que todos tenemos y que nos lleva a la imaginación y la exploración que está en la mente desde nuestra infancia.

Las piezas de construcción, sirven para elaborar modelos mentales que nos van a permitir generar ideas que ayudan en la solución de problemas. Este tipo de actuación, plantea una propuesta o desafío que no es otro que la construcción de un modelo, la reflexión de experiencias y compartir la solución, si de esto se trata la actividad. Y todo esto bajo una serie de preguntas que dinamizan y hacen reflexionar, que incluso pueden hacer ver y proponer otros puntos de vista habituales.

La utilización de estos “juegos de construcción” (que insisto, no son más que los típicos juegos de niños, aunque podemos sofisticarlos un poco más con piezas específicas) facilitan la comunicación de los participantes, permiten mayores reflexiones y favorecen una nueva visión en la resolución de problemas y conflictos que pudieran existir. Desde niños usamos el juego para explorar nuestra identidad, para interpretar el mundo que se nos descubre ante nuestros ojos, para ensayar nuevas habilidades y perfeccionar las que ya tenemos. Jugamos, de forma inconsciente, principalmente para aprender a ser nosotros mismos, por ello, el juego es también aprendizaje.

Se sabe desde 1930 (estudios del Dr. Wilder Penfield, neurocirujano estadounidense, que a su vez, estuvo trabajando con el equipo de cirujanos del español Santiago Ramón y Cajal), que las manos tienen una conexión muy directa con el cerebro, por lo tanto, en base a esta afirmación hay quien, quizá exageradamente, dice que las manos tienen cerebro. Estudios posteriores han revelado, que las manos están entre un 70-80% conectadas a nuestro cerebro. Puedo afirmarte, que personalmente he comprobado en estas actuaciones que he tenido con muchas personas, que las manos ayudan mucho a expresar lo que a nuestro cerebro le cuesta expresar con el lenguaje verbal.

Con los juegos de construcción, conseguimos un proceso menos formal para llevar una sesión que pretende sacar conclusiones que pueden ser cruciales para el desarrollo de un equipo o para impulsar o coordinar proyectos de una empresa. De esta forma ya no solamente se trata de pensar y escribir, se trata de pensar, tocar piezas y jugar construyendo, lo que la mente nos dicta a través de nuestras manos. En un proceso de estos que menciono, una vez que lanzo la pregunta previa a la construcción, el cerebro de los participantes se pone en marcha y en seguida es fácil que sus manos empiecen a crear esa imagen mental, convirtiéndola en tangible. Poco a poco van construyendo su idea juntando piezas, encajando “ladrillos de plástico”, haciendo “cosas” visibles, que son una metáfora de sus pensamientos.

Con estos juegos de construcción, se consiguen los siguientes objetivos:

  • Los «jefes» escuchan todas las ideas, y esto desde un punto desenfadado, su opinión se suma a la de los demás.
  • Es fácil que todos los que participan quieran contribuir con su “construcción” a algo que es de todos. Cada participante, es fácil que se sienta parte de algo más grande.
  • Como se escucha la opinión de cada uno, se consigue más compromiso por parte de todos.
  • Es una forma muy cómoda de escuchar a los demás, y además todos están al mismo nivel, el nivel del “juego”.

¿Quieres saber cómo lo hago?

En primer lugar planteo una pregunta relacionada con la temática que se debe trabajar.

En segundo lugar, propongo que se construya en un tiempo determinado, una construcción que ofrezca respuesta a la pregunta planteada.

En tercer lugar, esta parte es muy importante, cada uno tiene que explicar a los demás qué es lo que han reflejado y lo que quieren transmitir en la construcción realizada. Además aquí permito habitualmente, que se hagan preguntas sobre tal o cual detalle, o incluso soy yo mismo quien pregunta el por qué el uso, por ejemplo, de ladrillos rojos, de una casa sin tejado, o de esa torre de madera con una base tan amplia…

En cuarto y último lugar, es el propio equipo quien casi de forma automática, queda inmerso en su propio proceso de reflexión y análisis de lo que han compartido anteriormente.

Te aseguro que una actuación así, es una forma excelente de trabajo, como también debo decirte, que hay que estar debidamente formado o tener la experiencia suficiente, para que una forma de trabajar de esta manera, sea realmente efectiva.

Qué otras áreas se trabajan con los juegos de construcción, tipo Lego, piezas de madera o imanes:

  • Trabajo en equipo.
  • Comunicación interpersonal.
  • Comunicación y lenguaje verbal.
  • Trabajo por proyectos.
  • Gestión del cambio.
  • En general, todas las “habilidades blandas”, habilidades esenciales o soft skills.

¿Te interesa una actuación así en tu empresa? Ponte en contacto conmigo, estaré encantado de atenderte.

 

(*) Un facilitador es una persona externa a un equipo de trabajo, que se incorpora a un proceso de formación del propio equipo, cuyo objetivo es apoyar y guiar a los participantes y en algunas ocasiones mediar, para conseguir determinados objetivos.

Imagen del autor

Seby García

Mi nombre es Seby García, de mí han dicho que soy decidido, coherente y honesto en los proyectos que emprendo. Soy positivo ante las adversidades y con un gran sentido del humor, cualidad que valoro mucho en los demás. Además agradezco las experiencias vividas pues todas ellas me han ayudado a ser como ahora soy.

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