Un abrazo contagia buenos sentimientos y siendo algo tan fácil ¿por qué damos tan pocos?
¿Verdad que nos pasa que estando reunidos sentimos cierto rechazo al contacto físico?
Incluso cuando estamos entre amigos, parece que tocarnos piel con piel nos produce a veces como un rechazo, como si sufriéramos una mini descarga eléctrica que hace que nos separemos hasta el “no contacto”. Evitamos tocarnos. ¿Crees que esto es bueno? ¿No crees que nos tocamos poco?
Una pregunta mas: ¿cuánto tiempo hace que diste un abrazo? ¿das abrazos?
Los abrazos generan paz y calman emociones a la vez que nos llevan a un mundo donde no existe tristeza pues incluso cuando hay un abrazo tras una circunstancia triste, al despegarnos del abrazo, nos sentimos reconfortados ¿verdad que si?
Un recién nacido necesita lo primero sentirse acogido, sabiendo que ahí va a tener su alimento. Ese contacto físico le proporciona protección y seguridad.
Con los adultos sucede lo mismo, aunque el corazón se nos haya endurecido, en nuestro interior necesitamos amor y contacto físico, un contacto que se convierte en un alimento emocional.
Hay quien asegura que necesitamos cuatro abrazos al día como mínimo y entre ocho o diez para mantener una buena salud emocional, quizá sea exagerado, pero sí es verdad que el contacto físico enriquece.
Qué nos proporciona un abrazo:
- Genera endorfinas, oxitocina… que conducen a una reducción del estrés, la angustia, la rabia. Por lo tanto nos genera relaciones de confianza.
- Elimina bloqueos, por lo que provocan que se disminuyen los niveles de estrés
- Facilita la expresión emocional no verbal, es una comunicación afectiva que conduce a la empatía.
- Facilita afrontar los conflictos de manera más sana y a llevar mejor los momentos complicados.
- Hacen que nos sintamos acogidos y aceptados.
- Generan sentimiento de agradecimiento.
- Cuando nos abrazan sentimos seguridad, cuando abrazamos ofrecemos seguridad.
- Ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo.
Seguridad, confianza y tranquildad.
Sentimiento de agradecimiento
Todavía hay más:
Cada vez que damos un abrazo… ¡recibimos otro! Y esto es un gran regalo.
¿Nos proponemos dar al menos un abrazo al día?