Traigo hasta esta página una fábula de Charles Péguy que recupera Boris Cyrulnik en una entrevista que concedió en 2002 para Nouvel Observateur en la que explica la diferencia de trabajar centrados en una misión.
En uno de sus viajes, Péguy se encuentra con un hombre cansado, sudando y picando piedra. Al preguntarle qué está haciendo, el hombre contesta malhumorado: “¿Acaso no lo ve? Pico piedras, es duro. Tengo sed y calor, me duele la espalda”.
Más adelante, Péguy ve otro hombre picando piedra, igual que el anterior, aunque parece menos cansado. Se acerca y le formula la misma pregunta. Esta vez el hombre responde: “Gano mi vida. Pico piedra, no he encontrado otro oficio para alimentar a mi familia, estoy muy contento con este trabajo”.
De nuevo en el camino, Péguy encuentra un hombre que transmite energía. Se dirige a él y le pregunta lo mismo que a sus compañeros. El hombre le contesta: “Yo construyo una catedral”.
El trabajo se vuelve significativamente más efectivo cuando se tiene un fin en la mente. En ocasiones estamos tan atareados cortando maleza que ni siquiera nos damos cuenta de que lo hacemos en la selva equivocada.
Recuperamos una charla TED de Adam Leipzig (https://www.youtube.com/watch?v=vVsXO9brK7M) que aporta unas reflexiones sobre cómo identificar nuestra misión. Nos propone varias preguntas que pueden guiar el proceso de definir la misión.
¿quién eres?, ¿qué haces?, ¿qué te gusta hacer?, ¿qué puedes enseñar a hacer a otros?, ¿para quién lo haces?, ¿qué necesitan las personas a quienes te diriges?, ¿qué les aportas?, ¿cómo cambian esas personas?, ¿cómo se transforman con lo que tú les aportas?
La misión nos conecta con las necesidades del otro, es lo que ofrecemos, nuestra contribución. Stephen R. Covey la identificó como una de las 12 palancas del éxito de las organizaciones.
Mire a su alrededor: no hay una sola vida en esta sala en la que usted no haya influido. Todos nosotros somos mejores personas gracias a usted. Somos su sinfonía, señor Holland. Somos las melodías y las notas de su concierto. Somos la música de su vida (de Profesor Holland)
El propósito de una organización es, también, el cemento que une y alinea al equipo. Así lo consideraba una de las pioneras del liderazgo, Mary Parker Follet, que a principios de siglo XX, afirmaba que “la dedicación a un propósito u objetivo común apasionante y profundamente sentido es la fuerza motivadora del liderazgo“.
Artículo enviado por Ana Sanz de www.aretegestiona.es