Pensamos que quien tiene responsabilidades en una empresa o en cualquier grupo social o profesional, es una persona con todas las actitudes y aptitudes consolidadas, sin embargo algunas asignaturas se desarrollan con nota media baja y hay que aprobar.
Dirigir con responsabilidad no es un juego, pero tampoco hay que tomárselo como una lucha entre los que dirigen y los que no. La empatía, el sentido del humor, la comunicación, el conocimiento del equipo de trabajo… son piezas fundamentales para resolver, con nota, estas asignaturas pendientes.
Decidir
Normalmente no pensamos la forma de decidir y como primera respuesta nos sale lo más visceral, que es lo más negativo y lo peor percibido por la otra parte. La mejor forma de hacerlo es desde la racionalidad o mejor aún, desde la emoción y los sentimientos cercanos a la persona.
Despedir a un trabajador
Una situación muy dura pues afecta de forma determinante a una persona. En este caso hay que explicar claramente los motivos y permitir que la otra persona se explique. Se deben decir las cosas que ha aportado a la empresa y cuál es la herencia que dejará una vez que se vaya. También explicar claramente que la decisión se ha tomado por los motivos indicados y que la decisión forma parte de la responsabilidad que nos corresponde.
Transmitir órdenes desde arriba que no compartimos
Esta es una situación delicada que obliga a buscar los puntos de encuentro entre lo que pensamos debemos hacer y lo que decide que debe hacerse quien nos da las instrucciones que estamos obligados a seguir. Se debe poner confianza sobre discrepancia para llegar a acuerdos.
Organizarse y gestionar el tiempo
Herramientas de gestión del tiempo como Eisenhower (explicado en otro artículo) y evitar los autoengaños (como hacer tareas que no nos sirven, pero que nos agradan) pueden ayudar a gestionar nuestro tiempo correctamente. Los auto engaños no nos solucionan nada y tan solo nos ayudan a salir del paso sin más.
Mantener autocontrol en situaciones de presión
Es recomendable en estas situaciones, dar un paso atrás, reflexionar. La respuesta inmediata a una situación de presión no debe ser la reacción, sino la reflexión.
Estar permanentemente a la altura en fondo y forma
Esta asignatura pendiente tan aparentemente complicada, hace que sea necesario fijarse en la persona en los intereses de la otra persona y de ahí, lo demás viene casi por sí solo.
Dedicar tiempo al equipo de trabajo
Es imprescindible que nuestro equipo se sienta cercano a las decisiones y capaz de hacer tareas. Muchas veces se trata de dar el reconocimiento y protagonismo necesario.
Escucha
Cuando la otra parte, ve algo suyo en nuestros argumentos se llega fácilmente a encuentros.