Esta legendaria frase atribuida a Fray Luis de León, quien incluso la tenía en su escudo, procede de Horacio quien ya la escribió en su Oda IV.
Refleja el espíritu de superación incluso cuando hay circunstancias que han ido mal. La propia encina que es podada, renace con más fuerzas, desde el corte hecho por el propio hierro (el hacha) y toma fuerzas desde esa situación que la ha cercenado (resiliencia) para mostrar sus nuevas ramas que harán que sea una nueva encina.
duris ut ilex tonsa bipennibus
nigrae feraci frondis in Algido,
per damna, per caedis ab ipso
ducit opes animumque ferro
Como la encina, podada por las duras hachas,
de negra fronda, en el fértil Álgido,
a pesar de daños y cortes, del mismo
hierro toma fuerzas y vigor.