
Liderar a tu jefe
Tu jefe no es un buen líder, esto es algo que pasa, sin embargo quieres sacar el proyecto adelante ¿te suena esto?
Liderar a un jefe puede parecer algo contradictorio sin embargo no lo es y más que eso, es algo que se produce más de lo que creemos. Precisamente este tipo de liderazgo es el más complejo y donde la propia acción de liderar se convierte en excelencia si se hace correctamente.
Generalmente los jefes que no son líderes tienen necesidad de sentirse apoyados (aunque explícitamente no te pidan ayuda por su inseguridad) por lo que hay que actuar con verdadera sensibilidad para no herir la sensación que pueden tener de no competencia en algo concreto. No es frecuente que un jefe así pida apoyo, de hecho ni siquiera se sentirá cómodo aceptado otras opciones, debido a su inseguridad.
¿Cómo hacerlo?
Lo primero que debes hacer es ganarte su confianza, quien tenga la jefatura (no siempre coincide con el liderazgo) debe saber que su puesto no corre peligro por tus sugerencias y que tus propuestas son para la mejora global que él va a liderar (con tu ayuda). Tu jefe debe saber que su parte visible no va a verse alterada y que tus ideas son sus proyectos y los proyectos generales.
Entrégale propuestas y proyectos terminados, que vea que hay pequeños detalles que están previstos y que revierten en la mejora de todos.
Además debes tener:
Control emocional, no puedes dejarte llevar por la situación y querer tener el control de todo en todo momento pues esto será una muestra de tu ego y creará desconfianza no solo en tu jefe, también entre tus subordinados e iguales.
Control del tiempo, pues deberás priorizar tu tarea y dedicar no más de un 10% de tu tiempo a esta tarea de liderazgo a un superior de lo contrario tu trabajo, por lo que en realidad de pagan, podría verse afectado.
Control de los procedimientos y del proyecto que lideres desde abajo, pues de lo contrario tu prestigio caerá y será difícil volver a recuperar. El jefe debe tener la percepción que para hacer algo concreto, debe ser una tarea que hagas tú.
En definitiva es confianza lo que hay que aportar y ofrecer tareas hechas y concretas en las que tu jefe pueda apoyarse por tu trabajo.